El automóvil avisa: el alza del SMI sumada a la falta de suministro será una catástrofe para el empleo
En el sector de la automoción no ha sentado bien que el Gobierno suba de nuevo el salario mínimo interprofesional (SMI) -segunda vez en tan sólo seis meses- sin dar ningún tipo de apoyo fiscal a los empresarios para hacer frente al aumento de los costes. Al revés el hachazo en impuestos es cada vez mayor desde que Pedro Sánchez llegó al Palacio de la Moncloa. Así, el impacto de la crisis del coronavirus, la falta de suministro de piezas, el golpe de la reforma laboral, a lo que hay que sumar ahora el alza de las nóminas de los trabajadores tendrá un efecto devastador en el empleo en los concesionarios.
«La subida del SMI, por segunda vez en un periodo de seis meses, nos puede afectar de una manera importante y negativa a los concesionarios, todo ello después de haber sufrido los efectos derivados de la pandemia, la crisis de los microprocesadores -que ha provocado importantes caídas en la producción y venta de vehículos- y el golpe de la entrada en vigor de la reforma laboral», explican fuentes de Faconauto en conversaciones con este diario.
Según la patronal de los concesionarios, «el alza del SMI afectará a la competitividad de la industria por el aumento de los costes de las empresas del sector -ya afectado por el impacto de la falta de abastecimiento de piezas-«. «No obstante, los que más sufrirán los efectos negativos de esta subida serán los jóvenes con una crucial implicación, muy relevante, en el empleo juvenil, porque el acceso al mercado de trabajo va a ser más complicado y para este tipo de contrato va a ser una catástrofe», auguran.
«Pensamos que son ya demasiadas piedras en el camino para el sector empresarial español, y aquí hablamos en general, no sólo por la parte de los concesionarios o el sector de la automoción, ya que no ha habido ni una sola contraprestación en el último año y medio en cuanto a rebaja fiscal, en cuanto a posibilidades de que las empresas puedan rebajar su mochila, que es demasiado importante como para acometer una subida de los salarios y más en las pequeñas y medianas empresas», aseguran. «Sobre todo en las que cuentas con cuatro o cinco empleados en sus plantillas donde se puede traducir en una clara perdida de empleo», recalcan.
Piden una rebaja fiscal
Ante este escenario, el sector urge al Gobierno de Pedro Sánchez una rebaja fiscal para la supervivencia de miles de empresas. «La subida de los salarios, sin estar en contra, si no a favor de que efectivamente la gente tenga más dinero en los bolsillos para comprar coches y gastar dinero, pero para que la economía funcione y tire tiene que venir con un aumento de la facturación o de la actividad de la empresa, por lo que hay que corregir es que paguemos 1.600 o 1.650 euros y el trabajador reciba 1.000 euros», explican.
Así, Faconauto secunda a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme que no se han sumado a este acuerdo, tal y como se esperaba tras rechazar sus órganos de gobierno, por unanimidad, la propuesta del Gobierno, coincidente con la de los sindicatos, del alza del SMI a 1.000 euros al mes para 2022.